lunes, 12 de septiembre de 2016

Un arquitecto Alemán que dejo su alma en México

El día de hoy voy a escribir un poco de lo que me gusta, no es mi intención aburrirles, así que seré breve, empezare por La entrada simbólica de satélite, la cual inmediatamente se volvió un hito en el Estado de México, la firma en cuanto a diseño es totalmente de Mathias Goeritz , con ayuda palpable de Luis barragán, como todas las grandes obras se vio coartado por el presupuesto, inicialmente se tenían concebidos 7 cuerpos, al final solo se construyeron 5, con una altura muy por debajo de la proyectada originalmente.

De las obras que me han inspirado esta la del Museo Experimental El Eco, este edificio, paso por todo desde galería hasta antro y el día de hoy es un Museo Universitario, la restauración del mismo fue todo un reto y me admira el empeño que pusieron los arquitectos para igualar hasta el mínimo detalle de sus orígenes

El Museo Experimental El Eco, fue concebido por su autor como una “escultura penetrable”, está diseñado básicamente por muros ciegos; otra cualidad de los diseños de Goeritz,es la forma en la que nos obliga a vivir la perspectiva de modo que nos dirige al espacio, la forma en la que juega con la iluminación natural, los claroscuros y la perspectiva lo hace emocional.

Según Goeritz la arquitectura es un arte público, pero solo si logra emocionar, se convierte en arte.

Una vida llena de dificultades,un arquitecto, y gran artista alemán, que dejo parte de su alma en México





Poema plástico (en la facultad de arquitectura de la UNAM existe una replica)
Los colores de este inmueble fueron elegidos por Barragán, y es pintura tradicional hecha con baba de nopal y cal, en la restauración del museo se igualo la pintura a la original (aplausos por esta gran intervención arquitectónica)
No es solo un pasillo ¡observa!
La perspectiva, el color, muros ciegos, luz artificial y luz natural.

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